Decir adiós en Otoño


Hoy llueve. Agua y hojas. Mientras camino, bajo mis pies, la tierra se cala y se llena de color. Marrones, amarillos, ocres. Los árboles se despiden de sus hojas. Es período de renovación. Tiempo de avellanas, de nueces y castañas. De almendrucos, higos y manzanas. Es Otoño.

La madre tierra habla. «Hijos míos» , susurra,«¡Desprendeos de todo aquello que ya no tenga sentido, que os consuma innecesariamente energía!» Muchos seres vivos escuchan. Otros, no. Algunos de ellos estamos viendo la tele.

Puedes cerrar por un momento tus ojos. Imagina que eres un árbol. El viento de nordeste agita tus ramas. Recuerda, es Otoño. Con el zarandeo se caen algunas de tus hojas. Te despides de ellas. Agradeces que florecieran en tus brazos, que te acompañaran durante el estío. Ahora toca decir adiós. A partir de ahora nutrirán la tierra y dejarán espacio para cuando llegue la primavera.

Erich Fromm en su magnífica obra «Del tener al ser» ilustró con maestría la necesidad de aprender el arte del desapego en nuestro camino de crecimiento. Saber despedir, saber dejar atrás, agradeciendo lo vivido, es un gran aprendizaje. Nada fácil, por otro lado. Indescriptiblemente beneficioso.

Te invito a realizar un barbecho en tu vida. Te invito a hacerte consciente de aquellas cosas que sabes perfectamente que ya no te sirven, qué no son parte de tu presente y que te frenan en tu proceso de cambio. ¿Qué hace aún esa camiseta de AC/DC de hace 15 años en tu cajón? ¿Y la figurita de la boda de tu primo (sí, la lacada con ositos)?. ¿Y ese saco de «por si acasos» guardados en aquel armario?. Dónalo, recíclalo, quizá nutra otra historia.

También puedes despedir con cariño aquellos pensamientos, emociones y posturas que ahora ya no tienen sentido. Sí, ciertamente una vez te sirvieron, pero ahora tu tomas las riendas de tu vida. Esa pose de «No puedo hacerlo» o «No me lo merezco». Deja que caigan sobre la tierra. Automáticamente sabrás que no eran tuyas.

Incluso puede ser momento para decir adiós a esas personas que ya no son parte de tu camino. O a esa ciudad, o a ese trabajo, o a esa casa… Sí, las mantienes, pero en el fuero más interno de tu ser, sabes que «no son ellas». Agradece lo vivido y «say good-bye». Liberadas, cada una encontrará su nuevo amanecer.

Hoy puedes dar el primer paso hacia un nuevo mañana. Todo empieza con algo pequeño. ¡Hoy puedes mover la primera ficha!. Piensa qué será lo primero que despidas en los próximos 15 días. Comprométete contigo mismo/a y, si te apetece compartirlo, estaremos aquí para escucharlo. A partir de ahí, tendrás mucho más espacio para recibir lo nuevo.

Y es que, recuerda, es Otoño.

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